diciembre 29, 2014

¡Este tiene que ser nuestro año!

Pocas páginas ya le van quedando al libro del 2014. Casi sin darnos cuenta, llegó diciembre -con su acostumbrado olor a cerdo asado y vianda frita- y nos recuerda que se nos acaba el tiempo, y de nuevo es momento para el recuento y planes nuevos.

¡Y nadie podrá decir que este ha sido un año de malas noticias! Tal parece que el calendario aguardó hasta las postrimerías, como inclemente guerrero, para transmitirnos esas buenas nuevas que recibimos la semana pasada: el regreso a casa de Gerardo, Antonio y Ramón; y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos. ¡¡¡Qué día caballero!!!

Pero vale también lanzar una mirada más adentro. Un escrutinio de esos que lo evalúen todo, tanto en el plano personal, como un poquito más allá: en la sociedad, la economía y el bienestar de todos los matanceros. Todavía quedan muchos asuntos por resolver, no obstante los logros alcanzados y resultados tangibles.
Sería oportuno recordarle a los azucareros, por la importancia de su actuar para las finanzas del territorio y la enorme tradición que tienen en sus manos, que nos toca desterrar en esta campaña, los demonios de las pasadas contiendas. Pues si bien Matanzas lidera la producción cañera, aún no somos capaces de cumplir la producción de dulce asignada. Es un esfuerzo conjunto que debe partir desde los burós, y terminar en la mismísima centrífuga del Mario Muñoz.

Sin sacudirnos el polvo del camino, creo que no es ocioso referirnos a los compromisos y resultados de los agricultores. Según trascendió por estos días, se mantiene estable el comportamiento de la producción de frijol, maíz, arroz, la carne porcina y vacuna, aunque su acceso se vea limitado por las responsabilidades con el balance nacional y la industria. Pero aún quedan deudas con la entrega de leche, la obtención de huevos, la eficiencia en el suministro a los establecimientos de venta y la agilidad para variar el precio de los productos según su calidad. La tierra tiene aún mucho que ofrecernos, y debemos, con el arado hundido en ella, sacar provecho de su fertilidad.

Otra excelente noticia nos llegó en noviembre desde la Playa Azul. Por séptimo año consecutivo Varadero recibió un millón de turistas. Resultado este que fortifica su posición como uno de los principales destinos turísticos en el Caribe. Aunque se debe seguir perfeccionando, allí en el balneario más famoso de la Isla, la eficacia del servicio y el aumento de las utilidades. Con 50 hoteles y más de 20 mil habitaciones, es vital elevar la competitividad y la calidad del producto turístico.

Asimismo, importantes inversiones que se desarrollan en el territorio, como la istalación del cable soterrado de 110 Kv para perfeccionar el servicio eléctrico de la industria sin humo en la península de Hicacos, el ensamblaje de coches ferroviarios en Cárdenas y los proyectos de desarrollo local en los municipios de Martí y Perico, deben continuar su ritmo ascendente.

Otras ramas importantes de la economía del territorio como el cítrico, los forestales, la industria y el transporte, están obligados a desterrar esquemas y malas prácticas, y proponerse elevar los índices productivos.

También en este recuento hay espacio y elogios para nuestros abnegados profesores, que vencen día a día los males de la animadversión y los problemas materiales. Y para nuestros médicos y trabajadores de salud pública, que más allá de la falta de recursos y la escasez de personal, se nos dibujan hoy cómo héroes, en cada esquina del mundo.

Y como yo también soy medio fanático, de esos que gritan y se exasperan frente a la pantalla, creo que dejé lo mejor para el final. Si el 2014 fue un año de esfuerzo y crecimiento, de buenas noticias…el 2015 no puede ser menos. ¡Oyeron Cocodrilos! ¡Este tiene que ser su año! ¡Este tiene que ser nuestro año!

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