La VIII edición de la Jornada Nacional de Teatro Callejero finalizó este domingo en la ciudad de Matanzas con la función más larga: una sucesión ininterrumpida de espectáculos presentados en los cinco días del evento.
Tras varias horas de actuación y breves descansos entre cada pieza, cerró este domingo la cita de los teatristas con un pasacalle desde el céntrico parque de La Libertad, escenario principal de la Jornada, hasta el emblemático teatro Sauto.
Iniciada el 8 de abril, la cita estuvo dedicada a las estatuas vivientes, muy apreciadas por el público en especial los niños, y asistieron una decena de agrupaciones, entre ellos, Visitants (España) y la Compañía de María Baric (Finlandia).
El encuentro, organizado por el colectivo Teatro Mirón Cubano de esta urbe, previó en su programación exposiciones, concursos, talleres, homenajes y disertaciones teóricas.
Rocío Rodríguez, presidenta del comité organizador, indicó a Prensa Latina que la Jornada se caracterizó por incluir en su muestra, diferentes vertientes del teatro callejero como divertimentos con juegos y habilidades circenses.
Entre las muestras estuvieron espacios abiertos del Estudio Romerillo, Laboratorio para el arte, de Alexis Leyva (Kcho), y una pintada callejera por parte de estudiantes de la capitalina Academia San Alejandro.
Las exposiciones fotográficas tuvieron como títulos Imágenes de un teatro que pinta la calle, de Ramón Pacheco; Calles Paralelas, de Johann Trujillo, y Streetphotography (fotografía de la calle) de René Schlegel. (Por Wilfredo Alayón)
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